Las hojas secas que caen (de canciones y putas felices).

De la sucia mente de Davo | Día 11.3.10 | Acerca de: , ,

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Las hormonas siempre resultan, al descontrolarse, en depresiones intensas y bajas de autoestima.

Hay flores secas que caen de los árboles vigilantes que custodian la prisión. Parecen bellas pero cuando tocan el piso sientes una cachetada que te despierta y te dice dónde estás. Un día puede comenzar genial si tres personas locas, raras y bien cogelonas (o al menos con deseos de serlo) alegran al mundo con su espiritual y revolucionario canto. Pueden grabarlas y no sentirán pena, pueden (mal) chasquear los dedos y tampoco sentirán pena.

Dichosa entre los hombres, Lady de Hoyos, y espero que tu sacrosanto marido no lea esto. Mira que tener a dos tipos, uno a cada lado, y estar siendo prácticamente violada, tocada y halagada por ellos es más que un pecado, es... tantas cosas.

Sí conociera a Madmoiselle Pamplemousse, la llamaría Signorina Pampelmo para causarle gracia y sacarle esas carcajadas que suele emitir mientras evoca el recuerdo de una gran, gran, gran obsesión. Le hablaría de esos platanitos que dije que la convencían. Le diría que nunca había pensado en un platanito en un sentido tan literal como ahora lo hago. Mira que observar a alguien mientras se come uno es de lo más, de lo más sugerente y delicioso que hay.

Yo sé que prometo, mil veces me he repetido que soy débil y no cumplo. ¡Qué se le va a hacer!

"Ella es de las chicas que no quieren, que no dan, que tienen miedo que las vayan a engañar[...]". Pero aún así hoy se dio el valor de empollar; es decir, tocar un pollo, y hasta lamerlo. Dice que fue un día genial. Lo fue para ella, porque para mí es una mierda.

Madmoiselle Pamplemousse

De la sucia mente de Davo | Día 9.3.10 | Acerca de: ,

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Es bipolar, boy. Lo es. Pero es jugosa como una pamplemousse. Por momentos sus movimientos parecen torpes, pero no pierden ese toque de delicadeza y sensualidad que involuntariamente les pone. Insiste en la existencia de su virginidad, que es como la hermana gemela que murió al nacer, pero no podrían estar en el mismo cuerpo. Siempre ha encontrado un platanito o una naranja con las cuales perder el tiempo. Las frutas suelen ser peor que los idiotas, aunque ambos desperdician las palabras: Las usan para decir tonterías.

El caminito de la felicidad que divide los dos gajos donde se concentra su esencia suele ser objeto de muchas fantasías. El simple roce de un dedo juguetón podría agriarla o endulzarla. Uno no sabe cuándo se podría terminar con la vida de algo tan frágil, y de cáscara tan dura a la vez. Eso sí: Nadie se la comería de un bocado. ¿Quién podría? Hay cosas que ningún dios puede devorar.

No se es puta sólo por ser deseada.

Todos los días llegan alguna vez. El día de beber del jugo delicioso que emana de los pechos de la musa ficticia y cocainómana que visita los espejos de los baños cada vez que un rostro cansado se asoma en ellos.